Hay días en los que estás bien, y otros en los que todo se hace un poco más pesado.
A veces piensas en buscar ayuda, pero dudas si “lo tuyo” es suficiente como para hacerlo.
Quizás crees que podrías arreglártelas sola o solo, o que hay personas que lo están pasando peor. Y sí, puede que sea así. Pero la terapia no es solo para cuando ya no puedes más, sino también para cuando quieres entenderte y aprender a manejar lo que sientes antes de llegar a ese punto.
Todas las personas vivimos momentos en los que las emociones se enredan y cuesta ponerles nombre y entenderlas. Aquí lograrás entenderlo, comprender lo que te ocurre y aprender a manejar mejor esas situaciones que te desbordan, te bloquean o te hacen sentir perdido o perdida. No se trata de cambiarlo todo de golpe, sino de empezar a sentirte un poco mejor, día a día.
Sé que puede ser raro hablar con alguien que no conoces sobre lo que te preocupa.
Mi labor es ofrecerte un espacio donde puedas sentirte a gusto, escuchada o escuchado, y comprendida o comprendido.
Si hay algo dentro de ti que quiere estar mejor, quizás este sea un buen momento para escucharlo.